28 de agosto de 2008

Sobre la visión empresaria...

En las últimas semanas del Curso de Posgrado en Management Estratégico hemos discutido bastante sobre el concepto de visión, su efecto en la estrategia empresaria y su implicancia dentro de los modelos mentales. Uno de los más agudos y estudiosos sobre el tema es Roberto Serra, autor de varios de los más importantes libros sobre management en español. Aquí conecta la estrategia a la teoría del caos, con conceptos como atractor, valle de la muerte, ciclo limitante y puntos de inflexión. Es importante reflexionar sobre su expresión donde afirma que la visión debe ser formada y construida entre todos, porque más allá de que es importante la participación y el involucramiento, la democratización del proceso puede resquebrajar el proyecto. Algunas nuevas propuestas en las que nos encontramos trabajando en materia de "moldeado" de la visión parten de una auditoría colectiva de la visión actual y la identidad (para entender de donde partimos como pautas compartidas sobre raíces y proyecciones); proponen trabajar los sueños personales de los agentes de cambio de la empresa (para buscar caminos comunes o encontrados); y fomentan fuertemente los procesos de focalización (para encarnar la redacción preliminar de la visión en términos de esas personas en esa empresa en ese momento), comunicación (para asentarla y recibir feedback), determinación de objetivos estratégicos (para hacerla práctica) y predicación (para llevarla a cabo a todos los días, en todas las tareas, motivando y ejemplificando, descubriendo y orientando).
A continuación les dejamos parte del artículo de Serra, para que puedan dejarnos sus reflexiones sobre el tema...
- Fernando Cerutti - Mariano Morresi


La Estrategia de las Empresas y la Crisis

¿Cómo imaginamos el futuro? Es importante poder ver con claridad más allá. Si no podemos ver del otro lado del “valle de la muerte” con claridad la confusión nos llevará a fracasar. La claridad se consigue teniendo un “atractor” básico para lograrla; la “visión enfocada” el principal problema que surge es que a menudo múltiples atractores fragmentan nuestro pensamiento –y no siempre es posible orientarlos hacia la visión enfocada-: nuestros jefes, los clientes, los accionistas, las ventas, la participación en el mercado, los competidores, la situación económica, etc.

Visión enfocada
  • “La visión es el qué, la imagen del futuro que queremos crear” (Senge, 1992)
  • “La Visión es la expresión dinámica más profunda del futuro que queremos crear juntos” (Serra, Iriarte, Le Fosse, 2000)
  • “Una visión compartida no es una idea. Ni siquiera, una idea tan importante como la libertad. Es una fuerza en el corazón de la gente, una fuerza de impresionante poder”. (Senge, 1992)
La visión debe ser formada y construida entre todos, no impuesta desde la jerarquía superior, sino formada voluntariamente por todos los miembros de la organización. Todas las acciones operativas deben ser guiadas por ella, de lo contrario estaremos trabajando rutinariamente, sin un rumbo, sin una guía a seguir. También es importante tener en cuenta la reflexión diaria, y hacerse al final del día las preguntas, ¿qué hice hoy que sea consistente con la visión? ¿Cuánto tiempo le dediqué a la visión?
En un modelo complejo como la realidad, hay múltiples atractores actuando a la vez, la clave, -si bien es un proceso sumamente arduo- es lograr la concentración en uno solo.
Una visión poco clara nos llevará irremediablemente a la búsqueda de otros atractores, por ejemplo aumentar las ventas o reducir los costos ahora, lo que a su vez nos lleva a generar un “ciclo limitante”, dominado por la confusión que produce la oscilación permanente. Cuanto de esto puede apreciarse hoy en el manejo de las organizaciones de la Argentina actual incluido el manejo del propio país…
Para que la Visión tenga claridad necesitamos que tenga “foco” y por eso hablamos de “visión enfocada”, enfocar la visión significa conocer claramente el lugar que queremos ocupar en la mente de los jugadores clave. ¿Quienes son los jugadores clave?: consumidores, proveedores, complementadores, competidores, la comunidad financiera, otras organizaciones de importancia para el sector...
Y al hablar de enfocar la visión estamos hablando de “posicionamiento”, concepto que no puede tratarse aislado de la visión porque es el que realmente puede darle foco y, por ende, clarificar la visión.
“Una visión que no considere el concepto de posicionamiento no podrá tener la claridad necesaria para ser tomada como atractor”. (Serra, Iriarte, Le Fosse, 2000)

Las aspiraciones:
Sin aspiraciones una organización termina en la búsqueda de la supervivencia o desgastando recursos y destruyendo su valor futuro. El problema es que muchas veces tenemos aspiraciones que, por falta de tiempo y por perspectiva de corto o cortísimo plazo, se transforman en desesperación. Esta desesperación se traduce en acciones meramente operativas, presiones, sin ninguna orientación estratégica.
Esto es lo que normalmente estamos viendo en muchas empresas argentinas en la situación actual después de la devaluación. Muchas, muchísimas empresas están tomando acciones pensando en cómo sobrevivir pero sin pensar en el futuro. Gerentes de empresas líderes han dicho en las últimas semanas frases como estas:
  • “Con la crisis actual, es ofensivo tener productos premium”
  • “Aunque a mi empresa le vaya bien, tendremos que sacar gente porque la competencia lo está haciendo”
  • “Sólo se vende por precio”
  • “Tenemos que eliminar marcas y extender líneas de productos existentes para optimizar el presupuesto de publicidad”
Si tomamos como ejemplo la última frase, nos damos cuenta las decisiones pensando en la crisis, sin pensar en una clara visión enfocada, pueden destruir marcas líderes con muchos años en el mercado, sencillamente por haberlas eliminado o extendido tanto que pierden su posicionamiento.

Autor: Roberto Serra

19 de agosto de 2008

Management Estratégico = Espíritu Curioso. Reflexión

Los conceptos de diversidad y desarrollo siguen dando vueltas por nuestra cabeza. El debate provocado en las últimas clases, y la aparición de diferentes alternativas para estimular la diversidad y así las capacidades de respuesta de la empresa, motivaron a que busquemos nuevas miradas para el tema. Gabriela Müller, nueva integrante del equipo de Management Estratégico, nos acercó esta interesante nota. En este caso el autor, Ricardo Czikk, nos lleva desde el arte a los negocios, logrando atractivas analogías para emprendedores, toma de decisiones y desarrollo profesional.
Esperamos las ideas que les despierte este artículo y el tema - Fernando Cerutti


La diosa Fortuna junto al placer de la obra: la toma de decisiones profesionales con alma de artista

Las obras de los artistas reflejan la vocación puesta en juego, la pasión de quien decide volcar sus energías en algo que es un fin en sí mismo. Y, en los tiempos que corren, los profesionales podrían aprender mucho de los artistas en la toma de decisiones laborales...
Por estos días, en Buenos Aires genera gran afluencia de público la exposición del escultor Auguste Rodin. En el Museo Nacional de Arte Decorativo queda sellada una relación que el artista tuvo con los Errázuriz, antiguos dueños del palacio que hoy forma parte del "paseo de los museos".
El mismo Rodin escribió en "Mi testamento": "El mundo sólo será feliz cuando todos los hombres tengan alma de artistas, es decir, cuando sientan el placer de su labor".
Felicidad, alma de artistas y placer de la labor, tres conceptos que nos retrotraen al tema planteado en el primer artículo de esta serie: el fin de la carrera laboral.
Decíamos que la nueva dinámica del mercado de trabajo nos obliga a reemplazar el viejo concepto de "carrera profesional" por un término más adecuado como "trayectos o trayectorias profesionales".
En este marco, hemos observado en las siguientes notas, que los "Amarres" del profesor Edgar Schein se refieren a la claridad y autoconocimiento necesario en cuanto a preferencias, competencias y valores personales a la hora de tomar decisiones laborales.
Ahora bien, las distintas etapas del desarrollo profesional plantean diferentes desafíos.
En la primera fase, el individuo ensaya acerca de sus preferencias y la construcción de competencias adecuadas a la realidad del mercado, siendo la especialización funcional la marca central de la inserción laboral.
En una segunda fase, para aquellos que deciden emprender un camino gerencial o empresarial, se abre un período de desespecialización creciente.
Las capacidades críticas del éxito se modifican. Las habilidades funcionales específicas pierden peso a medida que se incrementa la importancia de factores como las habilidades interpersonales, emocionales, de toma de decisiones y gestión de equipos.
Así, es altamente probable que aquello que fue clave del éxito en la primera etapa, ya no lo sea en la segunda.
En la tercera fase, el desafío radica en aportar sabiduría antes del retiro y en visualizar horizontes cada vez más amplios.
Ahora bien, más allá de este patrón habitual de elecciones, ¿somos realmente dueños de nuestro destino laboral? ¿La adquisición de habilidades directivas generales nos permitirá acceder a los puestos que deseamos (y conservarlos)?
Es evidente que las decisiones profesionales se encuentran fuertemente determinadas por los vaivenes del mercado.
Por ejemplo, una investigación de la escuela de negocios de Stanford destaca el impacto de la buena o mala fortuna sobre la trayectoria de una persona.
Los jóvenes graduados de MBA en un año de crecimiento económico lograban una trayectoria más exitosa que quienes comenzaban su recorrido en medio de una recesión.
Como dice el sociólogo Zygmunt Bauman, vivimos una era de relaciones laborales "líquidas", signadas por la "managerización" de la conducción empresaria que privilegia la rentabilidad para el accionista sobre cualquier otra prioridad.
En este marco, sostiene Bauman en una nota publicada en la revista Ergo, los puestos se parecen cada vez más a un contrato de alquiler. Su ocupante circunstancial puede ser desalojado sin demasiadas explicaciones cuando cambie el humor del mercado.
Terminar con la idea de "carrera" implica pensar en una identidad laboral que se construye en las sucesivas elecciones personales y no a partir de la empresa en la que se trabaja.
En definitiva, Rodin sostenía que el placer que da la tarea es la base de la felicidad.
Y el placer obtenido en el trabajo parece ser una brújula bastante segura que permita al profesional tomar decisiones ajustadas a sus preferencias, sin dejar su destino expuesto a los caprichos de la diosa Fortuna.
En los tiempos que corren, ésta parece una buena consigna para pensar en la trayectoria profesional, una consigna que se logra con "alma de artista", lo que requiere (paradójicamente) mucho trabajo.


Autor: Ricardo Czikk. Psicólogo y Máster en Educación. Profesor de Posgrado Psicología (UBA)
Fuente: Materia Biz. http://www.materiabiz.com/mbz/capitalhumano/nota.vsp?tok=1219147562233&nid=37860

6 de agosto de 2008

Una poesía estratégica

Continuando con los temas que se van abriendo en la "Construcción de la Estrategia Empresaria" y cumpliendo con la promesa hecha a nuestro curso de los martes del Posgrado en Management Estratégico, colgamos un atractivo y lateral punto de vista sobre la estrategia y la táctica (o plan de acción). Se trata de una poesía del gran autor uruguayo Mario Benedetti titulada "Táctica y estrategia".
Esperamos que la disfruten, que les sirva para aclarar más los conceptos que les genere reflexiones que suban al blog...
- Mariano Morresi

Mi táctica es mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es hablarte y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros para que entre los dos
no haya telón ni abismos

mi estrategia es en cambio
más profunda y más simple

mi estrategia es que un día cualquiera
no sé cómo ni sé con qué pretexto
por fin me necesites