Imaginate una sala de conferencias vibrante, papeles pegajosos flotando por el aire y la promesa de ideas revolucionarias. Este escenario, comúnmente conocido como sesión de Brainstorming, ha sido venerado durante décadas como el epicentro de la creatividad e innovación. Sin embargo, me tomaré el tiempo y el atrevimiento de desafiar esta noción arraigada, apoyándome en la crítica fundamentada y la perspectiva de expertos en gestión estratégica, por supuesto basada en mi propia experiencia.
El Brainstorming es todo un mito dentro del management, ha sido promocionado como el santo grial para la generación de ideas.
Sin embargo, investigaciones, incluida la de Paul Paulus, un destacado psicólogo organizacional, sugieren que este método puede generar más ruido que innovación. La presión social, el bloqueo de ideas y la dominación del grupo son solo algunas de las razones detrás de su declive.
Por su parte, Roland Deiser autor de "Designing the Smart Organization", destaca cómo el Brainstorming puede generar un ambiente donde se prioriza la conformidad sobre la crítica constructiva. Esto limita la diversidad de pensamiento, esencial para la verdadera innovación.
Es que somos enamoradizos de nuestras ideas, indudablemente conocemos los límites de nuestra chacra y somos expertos en lo que ahí ocurre o al menos esa es una creencia arraigada.
Tener la idea, formar parte del grupo de donde viene es sumamente importante y las defendemos con capas y espadas, entramos todos en un frenesí que no permite ver desde adentro con claridad lo que desde afuera puede verse hasta obvio.
Cuando señalé la no exclusión de ciertas ideas que no pasaban ni siquiera los primeros pasos de un proceso de factibilidad y poner foco en lo más importante, darle recursos a aquellas ideas de mayor impacto en los resultados, mi Jefe argumentaba que las personas podrían sentirse mal si no se llevan en cuenta sus ideas en el ejercicio de planificación. Cuál es tu opinión?
“Si quieres hacer a todo el mundo feliz, no seas un líder, ponte a vender helados”. Steve Jobs
En tal sentido, la investigación de Irving Janis sobre la "paradoja de la producción grupal" sugiere que la cohesión del grupo puede llevar a la supresión de ideas disidentes. El Brainstorming, en lugar de fomentar la diversidad de opiniones, a menudo tiende a la uniformidad.
Para ciertas cosas menos es más y en este caso, me generó la duda.
La división temporal del Brainstorming y la evaluación de ideas en etapas separadas, según Leigh Thompson, autora de "Creative Conspiracy", puede resultar en la pérdida de ideas valiosas y desincentivar la participación activa.
Pero, ¿qué alternativas hay...?
Según Gary Klein, un referente en psicología cognitiva, propone el "pre-mortem" como alternativa. En lugar de centrarse en la generación sin restricciones, este enfoque pide a los equipos que imaginen el fracaso antes de comenzar, desencadenando la identificación proactiva de obstáculos y soluciones.
El método Brainwriting, respaldado por el profesor Bernd Rohrbach, fomenta la generación silenciosa de ideas por parte de los miembros del equipo. Esto permite una reflexión más profunda y evita la influencia desmedida de las personalidades dominantes.
Por otro lado, adoptar un enfoque de desafío constructivo, donde los miembros del equipo son alentados a cuestionar y mejorar las ideas existentes, promueve un pensamiento crítico sin sacrificar la creatividad.
La mitología que rodea al Brainstorming como la única fuente de innovación.
La creatividad no siempre se desata en el momento programado. El proceso de generación de ideas a menudo es más efectivo cuando se permite la reflexión individual en momentos no estructurados. Personas diferentes tienen picos de creatividad en diferentes momentos del día.
Para desbloquear la verdadera innovación, es esencial enamorarse del problema, no aferrarse a la solución. Larry Page, cofundador de Google, destaca la importancia de "amar los problemas más que las soluciones". Esto implica una constante reevaluación y replanteamiento, evitando quedar atrapados en la complacencia de soluciones previas.
Sabías que los grandes descubrimientos no siempre surgen de sesiones estructuradas. La historia está llena de ejemplos como el descubrimiento de la penicilina por Alexander Fleming, que ocurrió por casualidad. Reconocer y abrazar estos momentos inesperados puede inspirar innovaciones genuinas.
Design Thinking y metodologías lean, aunque valiosas, no deben considerarse como fórmulas mágicas.
Son facilitadores, pero la innovación genuina a menudo proviene de procesos largos de prueba y error. La idea original evoluciona a medida que se enfrenta a desafíos y fracasos.
La individualidad per se, tiene un super poder para la generación de ideas que llevan a la innovación.
En el MBA en la materia de estrategia, le comentaba en el break al Profesor Doctor Leandro V. un extraordinario maestro, destructor serial de EGOS jajaja, un gran amigo a quien aprecio y respeto, capo de capos.
Para fomentar la creatividad había dado tiempo libre estructurado al equipo para que usen durante el día para pensar, crear, reflexionar... estaba muy orgulloso de la estrategia y él me dice, ahh pero Carlitos sos un genio, ahora vos decidís en qué momento del día las personas usaran su tiempo para ser creativos. ¿Cuántas ideas nuevas, disruptivas salieron del equipo este periodo, o el anterior?, dame una...
¿Eso mismo es lo que ocurre en las jornadas de Brainstorming o no?
Es crucial reconocer que la creatividad no sigue un horario. No todos los miembros del equipo alcanzan su pico de inspiración en la misma sesión de Brainstorming. La incorporación de momentos no estructurados para la reflexión individual permite que las ideas florezcan de manera más orgánica.
Para mí, dentro de nuestro proceso evolutivo como profesionales y en particular líderes estratégicos es crucial cuestionar las herramientas que consideramos sagradas.
El Brainstorming, aunque lo hemos venerado por décadas no es inmune a la crítica. Abrazar métodos más reflexivos y desafiantes puede abrir puertas a la verdadera innovación, transformando el proceso de generación de ideas en una palanca estratégica para proyectos y el desempeño organizacional.
En este contexto cambiante en la que se desenvuelve la estrategia, la eficacia reside en la adaptabilidad y la disposición para dejar atrás las prácticas obsoletas y adoptar aquellas que nos eleve a otros niveles de liderazgo estratégico, creativo y ejecutivo.
No subestimemos el valor de los descubrimientos casuales. Grandes avances, como la penicilina de Alexander Fleming, surgieron por accidente. Integrar estos momentos inesperados en el proceso creativo es esencial para inspirar innovaciones auténticas.
Años atrás de apoco fui incorporando la serendipia como parte de las iteraciones que uso en mi desarrollo profesional y personal, ese hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual que de tanto en tanto me sorprende.
En la encrucijada entre la estrategia y la generación de ideas, debemos repensar nuestras prácticas. La verdadera innovación surge cuando liberamos nuestras mentes de restricciones y dogmas. La integración de KRs en iteraciones estratégicas es solo una pieza del rompecabezas; el proceso creativo es un viaje constante que merece ser abrazado con apertura y flexibilidad. La estrategia no reside solo en los métodos, sino en la mentalidad que adoptamos al enfrentar desafíos, plantear y repensar los problemas y descubrir las posibles soluciones como parte de un viaje lleno de ajustes, pivotajes y errores, enamorarnos del problema y ser críticos criteriosos de nuestras propias ideas de soluciones.
Entonces, ¿el Brainstorming es más ruido que innovación?, no sé a vos pero a mi me generó la duda.
Recuerda que los objetivos se llegan una iteración a la vez durante todo el periodo, el tiempo como las iteraciones que no se realizaron, no se recuperan nunca.
El camino así es.
Autor: Carlos Ramírez (Carlos es egresado del Posgrado PIDE)
Fuente: Management Paraguayensis
Muy buena la visión crítica (y las imágenes también). Me dejo pensando sobre esas alternativas y la creatividad por encima del método específico.
ResponderEliminarEl Brainstorming no me gusta nada. Sí he usado el Brainwriting, me parece interesante y más rápido. Me gusta mucho para análisis de problemas complejos el SQUID, un 5 porqués a lo bestia.
ResponderEliminargamestorming.com/squid/
Pero es verdad que hay que tener periodos reflexivos, comunicativos y colaborativos.
Pero aquí hay un manantial de recursos para dinámicas de cualquier tipo
gamestorming.com
Gracias por la recomendación Juan, no conocía el sitio!
EliminarMuy interesante y didáctico!
ResponderEliminarTan difícil es abstraerse para que sea realmente una tormenta, que haga llegar a una caída de ideas en cascada! Muchas veces vamos preparados para esas citas de ejecutivos, siendo que a veces la mejor lluvia es la que cae a destiempo, fuera de pronóstico. Conceptualmente cuesta salir de esas idea de examen en grupo, y la competencia con los tuyos. Si se vence esto, mucho sale. Abrazos
ResponderEliminarQué buen contexto pusiste Gustavo, poder crear esas condiciones para que funcione, sin que sean demasiado restrictivas o artificiales. Hablamos en algún lado de "contemplar" para que lateral e inesperadamente fluyan ideas fuera del radar y la habitualidad.
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