23 de julio de 2024

aznaifnoC

La relaciones personales y laborales se construyen en confianza mutua. Trascienden, están protegidas, son sanas y honestas, se desarrollan en un caos de inercias positivas entre dos, e irradia hacia el todo conectado, en este espacio de tiempo en presente infinito todo puede pasar. Lo importante para el otro, debería ser importante para uno y viceversa. :)

Ahí va…

... llegó el día en que Pedro debía presentar los hallazgos de un análisis que se le había pedido. Impecable como siempre, puntual y muy profesional prepara la reunión. El jefe paraguayensis, no terminaba de acomodarse y enfocarse en el tema, cuando se dio cuenta que se le pasó alertarle algo. Le preguntó sobre el origen de la información, ésta, indispensable para armar la base de datos y el posterior análisis, podría impactar en la lectura y provocar una miopía. Fue un error mío, pensaba en su interior. Terminó de presentar, agarró su smartphone, fue a la aplicación calculadora e hizo algunos cálculos en silencio. Notó, que Pedro se incomodaba, entonces Pedro le pregunta: ¿desconfías de mí "Jefe", por eso controlas?. El "Jefe Paraguayensis" le respondió con otra pregunta: ¿Por qué pensás que desconfío de vos Pedro?. Estás buscando un error acaso, afirma Pedro. Le contestó el Jefe: ni sí, ni no.

Le comentó que se olvidó de mencionarle que debía tener cuidado de dónde sacaba la información, estaba asegurando la consistencia del hallazgo, para que su trabajo no esté mal y se exponga innecesariamente, o cometer errores que podemos evitar. Qué, justamente porque confiaba en él, quería ayudarlo y más aún porque no le pasó toda la información y era responsable de eso.
Mencionó: si puedo ayudar a que te luzcas con un control, lo seguiré haciendo.
A partir de ahí, toda su relación fluyó con otro sentido, se basaba en la confianza mutua, cada uno estaba a servicio del otro... [fragmento incompleto, basado en una historia real]

En nuestros estilos de liderazgos paraguayensis incipientes, tenemos una creencia arraigada y ésta trabaja en un paradigma de mando-control.

Frases como: "el ojo del dueño engorda el ganado" traduce nuestra impotencia gerencial en impactar en las personas trabajadoras que están bajo nuestra responsabilidad, ayudarlos a que puedan alcanzar consciente y consistentemente un alto nivel de desempeño, se desarrollen como profesionales y personas, por encima del mero control y el "seguimiento".


Controlar no significa tener el control.

Ocurre algo mágico, cuando la persona consciente y responsablemente logra aceptar su rol, su impacto y su contribución en el todo conectado.

En las últimas décadas, nos hemos enfocado en diseñar métricas, sistemas y procesos súper elaborados para encontrar errores, culpables y en el mejor de los casos posibles riesgos latentes.

Surgieron así, controladores que controlan a los controles que controlan a los controladores que controlan a las personas que hacen la tarea o deberían hacerlo.

Ya sé, siempre se hizo así y funcionó…

Pero, ¿Existen otras maneras de gestionar?

Estas otras maneras, podrían permitir a las personas trabajadoras a potenciarse mutuamente, logrando un movimiento positivo, armonioso, virtuoso y evolutivo.
Suena utópico pero, acaso no somos primero personas y de esto se tratan las empresas.
Los controles son necesarios, el exceso de los mismos no garantiza la mejor manera de hacer las cosas, solamente buscan asegurar que, aquello que diseñamos como "standard o normal" se cumpla, nos da una falsa tranquilidad que estamos indemne de cualquier “situación”, le otorga más poder del que debiera a la burocracia y a personas que quizás no lo pueden manejar.
Si le damos la tarea a un 🐁, y ésta es cuidar el 🧀 , cualquier cosa puede pasar… no debería pero podría. Quizás es hora, de replantear si la tarea es pertinente. 🤖

Así de simple y de complejo.

Por otro lado, los managers paraguayensis podríamos estar atrapados en un cerco, similar a esos que se les pone a las plantas para que no se escapen. Definitivamente nos enamoramos de nuestros diseños, nuestro amigo EGO nos obnubila, nos genera una falsa seguridad.

Pero pensemos nuevamente en la sugerencia, ya que en Paraguay no tan profundo inclusive, vemos ganado vacuno paseando por las calles, similar a lo que ocurre en la india, con sutiles diferencias que, en Paraguay todo bicho que camina va camino al asador.
La palabra mágica es “gestión”, es muy rara, pero de tanto en tanto se pueden visibilizar algunos ecosistemas en donde esta palabra prospera, pasa que en algunas ecosistemas tienen sustitutas.
Pero, la confianza y el control no son antónimos, trabajan en consonancia para que mejore la gestión de riesgos, por ejemplo.

Ahora bien, si los controles son solamente para buscar errores y evitar entre otras cosas la deshonestidad de las personas, tampoco la estrategia es segura 100%. Igual siguen habiendo deshonestos, ha upei. 🧏🏼♂️

La confianza no es dejar de controlar, pero controlar para confiar ¿es pertinente?

A mi, me generó la duda ¿y a vos?

Como muchos de los misterios en la vida, las respuestas a muchas de las preguntas no hechas, podrían pasar por cuestiones simples pero complejas, como el equilibrio y la consciencia del impacto que tenemos en el todo conectado.

Que la fuerza te acompañe en tus gestiones de la confianza, ahí podría estar una aproximación a la verdad verdadera.

Primero confío, luego gestiono y finalmente controlo.


Autor: Carlos Ignacio Ramírez Benítez (Carlos es egresado del Posgrado PIDE)

7 comentarios:

  1. Yendo de atrás para adelante, tengo un ejemplo propio que funciona muy bien hace años. Con nuestras diferencias, pero luego de mas de 30 años, con mi socio, nos merecemos una confianza plena. Pero cuando cada uno tiene finalizada alguna tarea, producto de su gestión, el otro controla todo. Y así viene siendo.....
    El otro punto de "replantear" una tarea asignada, también es muy válido. Muchas veces uno ehca mano a los recursos disponibibles, sin tener en cuenta que es mala idea que el ratón cuide el queso.
    Y por último, lo mas difícil: hasta donde controlar. Donde la precaución se cruza con la burocracia?
    Con el título "controlar no es tener el control", me viene a la mente: "delegar objetivos, no la manera de lograrlos"

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    1. Gracias por tu comentario Marcelo, es muy rico en reflexiones y en el ejemplo. La confianza y cómo se aplica en la gestión es un tema que da para mucho jugo y tiene incidencia en muchos aspectos del trabajo con personas (y relaciones entre personas).

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    2. Impecable Marce! nos das un ejemplo de trascendencia y sabiduría. Donde se demuestra que evolucionaron a otros espacios de gestión, lo entendieron todo. Te envío un abrazo.

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  2. Buen apunte compartido, con mucho disparador para una misma y la gente con la que trabaja: ¿confiar o delegar? ¿o gestionar combinando ambas?

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    1. Gestionar combinando ambas, creo yo, confiar y controlar.

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  3. Gabriela Q25/7/24 10:36

    Excelente!!! Gracias por compartirnos la nota.
    Creo que la confianza y el control no son antagónicos definitivamente. Para construir confianza es importante conversar más con las personas, especialmente que los líderes lo hagan. Transmitir el "para que" de las verificaciones y controles. Hacer saber que tiene una matiz de colaboración y de desarrollo. 👌🏼 Las expresiones de la nota son bien paraguayensis😀

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    1. Gracias a vos Gabriela, por tu reflexión y la invitación a conversar y los matices.
      Sí, para esta nota trajimos a un manager paraguayensis como Carlos 🙌🏻

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