Tom Peters: “Usted como marca 50”.
¿Qué es este libro?
Este libro es una serie de 50 capítulos breves en los que el autor ayuda a pensar y organizar el trabajo desde el punto de vista del interés del trabajador. Sí -dice-, es verdad que el mundo del trabajo ha cambiado enormemente, y que la forma en la que se organizaba y concebía el trabajo hace unas décadas es ahora completamente inadecuada. Pero en vez de lamentar este cambio hay que saber enfrentarlo y aprovecharlo. Hoy en día la seguridad laboral no existe, y pertenecer a una empresa ya no puede ser un plan de vida, todo cambia rápidamente. Hoy en día lo mejor es transformarse uno en una marca, en un trabajador independiente, aun cuando uno forme parte de una empresa.
¿Por qué es necesario hablar de este libro?
- Porque es una excelente guía concreta y amena que ayuda a pensar la propia situación laboral, porque hace observar la situación de dificultad laboral actual que atravesamos hoy con ojos de posibilidad. Ese enfoque permite que uno le encuentre la vuelta a una situación que de otra forma puede ser muy asfixiante.
- Además, me interesa sacarle el jugo filosófico a este autor. Es un autor práctico, que pertenece al mundo de la literatura de negocios pero también al universo de libros de auto ayuda. Ya hemos hablado de ellos: la gente culta los critica y los considera poco serios. Los lectores que quieren vivir los adoran, porque saben que resultan muy útiles. En este tipo de abordajes de la realidad, si uno los piensa en profundidad, encuentra muchas puntas para una comprensión filosófica del mundo muy valiosa.
Citas del libro desarrolladas
Cita 1, Pag 64: Yo soy mis proyectos
Dos cosas me llaman la atención, en esta frase:
a) La idea de que uno puede considerarse siempre como persona capaz de desarrollar proyectos, que forma parte de lo propio de ser una persona el tener proyectos. Uno puede tal vez ni siquiera planteárselo, como si siempre fueran otros los que llegan a ese nivel de despliegue de sí mismos. Pero hacer proyectos es simplemente “proyectarse”: formular un deseo hacia delante, pensando y dando forma a los pasos por los que podemos lograr su concreción. La posición más frecuente, la de la mayor parte de las personas, es la que se limita sólo a formular los deseos, como diciendo sería lindo que sucediera tal cosa. Al transformar el deseo en proyecto uno está diseñando la forma en que lo va a concretar.
Podríamos decir que el deseo se manifiesta en primer lugar como necesidad o anhelo y que ese primer momento tiene dos posibilidades inmediatas: seguir por el camino de la fantasía o seguir el camino del proyecto.
En tanto fantasía el deseo se dirige hacia un sector interno de la personalidad, sin consecuencias, o con consecuencias meramente internas y no llega a permear las vivencias de esa persona. En tanto proyecto se propone dar forma al mundo y llegar a poder ser vivido.
b) La idea de que uno es sólo lo que logra poner en movimiento en la realidad, que uno es esos deseos que logra actuar, y no aquellos deseos que quedan en el mundo de la fantasía. Ser es proyectar los deseos en formas externas, pensar su desarrollo, cuidarlo, hacerlos avanzar. Ser es acto y no potencia. No hay potencia si no se verifica en actos.
Es decir: lo que uno “puede” hacer sólo es visible en lo que hace. Si no logra darle forma real esa posibilidad es pura retórica y fantasía. No es malo fantasear, pero madurar las fantasías es volverlas proyecto.
Cita 2, Pág. 161: Esta es mi vida. Pienso hacer de ella que cuente, que valga la pena. Pienso convertirla en algo memorable. Pienso darle todo de mí. Y pienso… convertir en arte… lo que hago en el área de contabilidad… o de los sistemas de información; en el área de ventas… o en la de servicio al cliente. Yo soy “usted como marca”. Soy un artista.
Puede resultar raro que un pensador que trabaja sobre temas de management y empresa hable de arte y lo ponga en la base de una forma de enfocar el trabajo. Creo que hay que notar, en este párrafo, varias cosas:
a) que el punto de partida es que se trata de la vida propia, es decir, que no se está hablando de una cuestión abstracta o secundaria, el foco está puesto donde corresponde y cae como una advertencia: estamos vivos, esta vida es tuya. No quiere esto decir necesariamente que la hayas inventado (es parte del fenómeno más amplio de la vida en su conjunto), pero esta porción de vida está en tus manos.
b) “Darle todo de mí” quiere decir no andar por la vida sin conciencia, sin darse cuenta de que la actitud propia es la que determina cuál va a ser el contenido de esa vida, su estilo, su carácter. Darle todo de sí a la vida propia es
c) La idea de ser una marca es la de poner el énfasis en sí mismo de manera de abrir el espacio cerrado de la personalidad. Uno suele creer que no tiene chance de poner en juego lo que uno quiere porque las circunstancias lo pueden. La visión de Peters, su lucha, aquello en lo que trata de entrenarnos, es en luchar contra este supuesto. Aun si el espacio que poseemos parece pequeño en realidad se trata de una oportunidad para desplegar el arte de ser uno.
d) La idea de que somos artistas, de que el que se asume como “marca” –es decir como dueño de su propia empresa de vivir- no lo hace asumiendo una actitud capitalista o enajenada sino precisamente decidiendo ser un artista de su situación. Ud como marca es un artista porque toma muy en serio su sensibilidad, sus gustos, sus deseos, y los hace entrar en el ámbito laboral, por pequeña que sea su chance, de manera de poner a circular sus valores y su forma de ver las cosas. Ese giro, volverse marca, hacer que la propia manera de ver las cosas importe, es el que hace que una persona resulte valiosa y que pueda entonces desarrollarse laboralmente.
Cita 3, Pág. 151: Invite a un diseñador a cenar o almorzar. Ud. como marca es un diseñador.
La idea de Peters es que el diseño no es un añadido al contenido, una forma seductora de presentarlo, sino que es parte de lo más esencial de cualquier proyecto o realidad. ¿Cómo pensar esto?
a) Quiere decir que lo estético no es meramente estético. El recorte que solemos hacer entre lo sustancial y lo accesorio permite que se nos escape el sentido fundamental de las cosas, porque, como también dice Nietzsche en otros términos: lo más profundo es la piel. Es decir, lo que consideramos superficial no lo es tanto. La belleza de un diseño es el objeto mismo y no un añadido posterior o secundario.
b) Si uno entonces encara sus proyectos a partir de una actitud que tome en cuenta la belleza o el diseño de los mismos logrará poner en juego fuerzas de la personalidad que si hubiera tenido una actitud más “sobria” o “racional” no hubiera logrado mover.
c) Esta perspectiva es el desarrollo de una sensualidad general en el arte de vivir, y pone al diseño, al atractivo concreto, cuidado y artístico, de cualquier cosa en el primer plano que le corresponde.
Cita 4, Pág. 168: Una identidad claramente diferenciada es el activo más valioso de cualquier persona o empresa. Si la “identidad” es algo que funciona para BMW… funciona para usted… Si usted la cultiva. Intensamente.
El tema de la identidad es un tema abusado en las retóricas políticas y culturales, y sobre todo en las llamadas político-culturales. Se considera que la identidad es, por ejemplo, reconocer la presencia en uno de ciertos contenidos que objetiva y racionalmente deberían formar parte de ella. Por ejemplo: si uno nació en Latinoamérica debe tener una cierta identificación con las identidades indígenas. O si uno nació en Argentina debe reconocer como parte de su identidad al tango y al folclore. Y al peronismo, digamos. Pero esto es cerrarle las puertas a la libertad del ser, que no elige qué rasgos siente como propios o no. Es decir, la identidad es ser lo que uno naturalmente es, y no lo que una historia racionalmente observada dice que debería ser.
Cultivar la intensidad intensamente es, según la propuesta de Tom Peters, llegar a desplegar quién es realmente uno al punto de volverse reconocible y ser querido por ello. Tal vez podamos comprender esta idea pensando en su opuesto, que sería el intento de no resultar identificable, o sea, tratar de desaparecer, de ser igual a los otros, de uniformizarse. El cultivo de la identidad propia no es asumir banderas, es dedicarse a conocerse a sí mismo y sacar de sí una serie de gustos y preferencias y deseos que son real y profundamente auténticos. La identidad es cuestión de autenticidad, de autenticidad explorada y puesta en juego. Peters piensa que si uno realiza esta operación resultará necesariamente original y reconocible, y el mercado laboral buscará precisamente esos rasgos propios. Tener éxito en el mundo del trabajo, es decir, tener trabajo y tener clientes (cliente es todo aquel que busca la riqueza que uno produce, así se trate de oyentes, alumnos, compradores, seguidores, etc) tiene que ver con llegar a ser uno plenamente uno (ese es el concepto de Ud como marca) y a ser capaz de mostrar esas características profundamente personales.
Cita 5, Pág. 171: Recuerde: una marca es “un signo de confianza”.
De la manera más directamente comercial podemos pensar que la confianza que inspira una marca (o también la que no inspira, según el caso) tiene que ver con la garantía de calidad que los procesos de confeccionar esos productos lleva aparejada. Pero desde el punto de vista de Ud como marca debemos agregar otro aspecto, que es que la primera confianza que aparece en la marca es la que expresa quien desarrolla su identidad y sus proyectos. Inspira confianza quien confía en sí, porque sostiene con su propio valor y su propio coraje el desarrollo de esas cosas de sí mismo con las que pretende alcanzar al otro.
Una marca es entonces la asunción plena de la confianza, al punto de asumir el nombre propio como un emblema en el intercambio con los demás.
Conclusión:
Ud como marca 50 es un libro que ayuda a sus lectores a desarrollarse laboralmente. El truco es que el desarrollo laboral tiene que ver con el desarrollo humano, espiritual, personal, del individuo del que se trate.
Aunque pueda parecer una literatura liviana y excesivamente mercantilista se trata de un camino espiritual expresado de manera concreta y útil.
Este libro es un ejemplo perfecto de una obra moderna: supera las distinciones y los géneros tradicionales para poner en papel una descomunal fuerza de vida y una gran inteligencia.
Autor: Alejandro Rozitchner
Fuente: Bienvenidos a mi - Columnas en el programa "Cuál es?"
Bibliografía: Peters, Tom: Usted como marca 50. Atlantida. 2000
Muy buena! Gracias, pese a Rozitchner.
ResponderEliminarDiego
Recuerden que el libro se consigue, por ahora, en Cúspide.
ResponderEliminarGracias Inés por el aviso.
Mariano