17 de junio de 2025

Clientes humanos, alumnos urbanos

Claro está que hacer ejercicio físico con continuidad, de forma planificada y bajo supervisión, es muy beneficioso para el cuerpo humano, tanto en sus funciones físicas como mentales. Es más, no creo poder encontrar a alguien que pudiera decir lo contrario. Sin embargo, es aún muy poca la gente que lleva un estilo de vida activo.

Para comprender este fenómeno, es fundamental reconocer que los clientes y potenciales clientes de esta industria son humanos, en el más amplio sentido de la palabra. Según la OMS, son una entidad psico-bio-social: tienen un cuerpo que deben cuidar, una mente que siente y se emociona, y la necesidad de relacionarse unos con otros.

La vida del ser humano se desarrolla en constante búsqueda de emociones y sensaciones placenteras, que justamente consigue en muchas ocasiones cuando se relaciona socialmente, cuando comparte con otros, cuando juega y se divierte. El cuerpo debe acompañar al ser humano en esa búsqueda, y cada tanto pide tregua para reposar y reponer energías.

Existe una puja entre el cuerpo y la mente a la hora de realizar ejercicio físico programados. Para muchas personas, quizás la mayoría, se batalla es aún más fuerte cuando la persona no tiene un claro incentivo que la motive a moverse. El cuerpo, por naturaleza, demanda reposo, pero la mente racional opina que moverse es saludable.

Alrededor del 30% de las personas encuentra una motivación para iniciar y sostener un plan de acondicionamiento físico que les permita lograr sus objetivos. Generalmente esos individuos crearon su hábito de movimiento durante su infancia y, por lo tanto, cuando son adultos pueden relacionarlo con momentos de juegos, diversión y placer.

Pero al otro 70% no le agrada hacer ejercicio regularmente, no tienen el hábito y se sienten forzados por las circunstancias. Entienden racionalmente la recomendación de su médico y no están felices con la imagen que les devuelve el espejo, y aún sabiendo que el verano está por llegar, no les gusta en lo más mínimo la idea de ejercitarse.

¿Qué hacemos frente a esto?
Inicialmente cabe plantearnos algunos interrogantes cuyas respuestas nos pondrán a reflexionar:
  • ¿Entendemos que las personas están en un permanente estado de exploración del placer o pensamos que las personas solamente quieren cuidar su cuerpo?
  • ¿Hemos considerado elaborar procedimientos diferentes para cada tipo de individuos, tanto en la captación de prospectos, como en la venta y en la fidelización?
  • ¿Seguimos capacitando a los profesores e instructores solamente en aspectos técnicos del entrenamiento?
  • ¿Nos preocupan nuestros elevados índices de cancelaciones, sus motivos y las acciones que podríamos instrumentar para revertir esas bajas?
  • ¿Entendemos que los usuarios de nuestros gimnasios que más necesitan del seguimiento de un profesor son los ausentes?
  • ¿Nos habremos conformado con tener una cartera de clientes inconstantes, que abonan la cuota al ritmo de su motivación y según la estacionalidad?


Encuentro en las respuestas a estas preguntas algunos de los principales inconvenientes que enfrenta la mayoría de los gimnasios, que suelen estar enfocados muy fuertemente en aspectos técnicos del entrenamiento físico, pero ignoran algunos comportamientos básicos de la naturaleza humana como reír, jugar, competir, reposar y socializar.

A la mayoría de las personas, incluso a asiduos clientes de gimnasios, no les es agradable hacer ejercicio físico de manera constante. Muchas sienten que podrían usar ese tiempo en cosas que les produjeran más placer, en lugar de pagar por someter sus cuerpos a prácticas que a veces les generan dolor y hasta sufrimiento.

Pero no todo está perdido, debemos comenzar por entender que ese individuo es: un alumno, que quiere aprender y mejorar sus capacidades físicas; un cliente, que pretende equilibrar el servicio obtenido por el dinero gastado, y un ser humano que busca divertirse emocionarse y relacionarse.

Esos individuos no mantienen una lucha interna entre esas tres dimensiones, sino que las llevan consigo en cada etapa del servicio. Una vez que logremos comprender que el sector del fitness además de entrenar cuerpos y mejorar la calidad de vida, es un administrador de emociones, que son la fuente de energía para tener continuidad y acercar a cada sujeto al logro de sus nuestros objetivos.

¿Cómo se comporta un prospecto'
Veamos el comportamiento tradicional de un prospecto, relacionándolo con la definición sobre el ser humano realizada por la OMS:
  • 1° etapa, la BIO: una persona se contacta con un centro de fitness normalmente buscando solucionar un problema fisiológico. En esta etapa el potencial cliente que va a evaluar qué capacidades tiene el gimnasio para satisfacer su necesidad y a qué precio. En esta instancia será indispensable encontrar primero el problema del usuario, para luego poder demostrar la capacidad del centro para solucionarlo. De este modo, el precio pierde relevancia.
  • 2° etapa, la PSICO: si ya está pagando el servicio, esa persona es un cliente, que como está aprendiendo a mejorar su condición física es también un alumno, pero lo será por poco tiempo, ya que no encuentra placer en esa práctica. Es en ese momento cuando el sujeto necesita ser tratado como un simple ser humano, que quiere evitar el esfuerzo y prefiere divertirse y pasarla bien.
  • 3° etapa, la SOCIAL: esta dimensión se centra en las emociones de las personas. Al cliente / alumno / ser humano se le suma el concepto de urbano, que implica que todos necesitamos compartir momentos con otros pares, relacionarnos socialmente, identificarnos con un colectivo con el cual crear un sentido de pertenencia. Será el profesor el profesor el responsable de fomentar la creación de esos grupos (tribus).
Lo interesante y complejo a la vez es, como mencioné, que para el cliente no son etapas secuenciadas, sino que funcionan en una sinergia constante como dimensiones coexistentes, a las que cada profesional deberá prestar atención de forma constante y simultánea.

Una vez que el profesor haya logrado que una persona pase de cliente humano a alumno urbano, el gimnasio tendrá mayores chances de mantenerlo en el tiempo para poder solucionar el problema que lo trajo hasta allí, cobrándole una cuota recurrente, que garantice la calidad del servicio y una rentabilidad adecuada.


Autor: Marcelo Larrea (Marcelo es egresado del Posgrado en Management Estratégico)

10 de junio de 2025

En nuestra pyme hacemos venta consultiva. ¿Seguro?

Poner en duda esta afirmación puede ayudar a analizar si en la empresa se hace todo lo necesario y apropiado para vender las soluciones del porfolio. La venta consultiva es una metodología, tiene sus particularidades, y si se utiliza apropiadamente se obtendrán mejores resultados.

La venta consultiva es propia de los negocios b2b o sea de la venta de empresa a empresa. Pero en este tipo de negocios también se da la venta industrial o técnica además de la consultiva. ¿Qué tipo de venta realizan en su empresa?



Diferencias y similitudes entre la venta industrial y la consultiva

Empresas que vendan maquinarias, equipos, tecnología, servicios, software califican para utilizar tanto la venta industrial o técnica, como la venta consultiva. Comparten las tareas de relevamiento de necesidades, la estrategia de contactos, la detección del “dolor” en el cliente, las técnicas de argumentación, demostraciones e incluso la justificación de la inversión (ROI) del cliente. La diferencia radica en el tipo de solución ofrecida. Si el producto, servicio o solución, ya está dado y no requiere más que una configuración o puesta en marcha, en este caso estaremos frente a una venta técnica o industrial. En cambio, si la solución ofrecida se debe diseñar a medida de las características del cliente, si se debe diseñar especialmente una solución desde la idea hasta su concepción, y por lo tanto esto va a requerir profundizar sobre el conocimiento del cliente, su propósito, el impacto buscado, entonces sí estamos en una gestión de venta consultiva.

Me parece oportuno aclarar que la venta industrial puede ser muy compleja y que en muchos casos se necesitan muy buenos conocimientos técnicos de vendedores/as y profesionales que intervienen en el proceso comercial.


Un caso de venta consultiva de servicios

Hace muchos años (podría decir décadas) era gerente de ventas del Centro de Educación Informática y tuve que desarrollar una oportunidad para la venta de servicios de capacitación para el cliente IBM Argentina. El desafío era importante, IBM quería reeducar y entrenar unos 30 systems programmers expertos en sistemas IBM 370/90 (mainframe) en systems programmers de equipos IBM AS/400. Quienes saben de sistemas entienden bien que se trata de equipos con tecnologías muy pero muy diferentes. No existía en el mercado (y me refiero al global) experiencia en el diseño de una capacitación para migrar este tipo de conocimientos. Para la propuesta se tuvo que desarrollar temarios con contenidos precisos y duración, presentar recursos expertos que conocieran ambas tecnologías y dejar en claro en la propuesta cuales eran los objetivos del cliente y como el servicio alcanzaría esos resultados. Por cierto me llevó varias semanas producir el documento final.

Al presentar la solución, estaba realmente satisfecho, seguro de haber realizado una muy buena tarea y muy competitiva. Estuve asistido por varios colegas. Estaba seguro que no sería la propuesta más económica, pero si la más sólida y fundamentada.


Sin embargo, IBM Argentina eligió otra propuesta. Decepción inicial. Conocía bien al oferente que ganó la pulseada y estaba seguro que no estaba a la altura académica del desafío, pero la cotización de su servicio era más económica.

Como se puede apreciar en el caso, la confección de la propuesta en sí misma, puede considerarse un proyecto. El cliente quería convertir a expertos de una tecnología en otra. Era la etapa donde IBM apostaba al nuevo equipo estrella del momento y comenzaba a sacarles energías a sus tradicionales equipos de “gran porte”. Y lo quería hacer rápido. El desafío que asumí fue pensar un diseño que mezclara los contenidos conocimientos técnicos de ambas tecnologías, capacidades pedagógicas y un programa de entrenamiento convincente, compuesto por varios módulos. Decidí incluir evaluaciones a los participantes, aunque no estaba solicitado por el cliente. Este proyecto diseñado a medida es muy diferente a ofrecer cursos con temarios prediseñados, cuyos contenidos y duración están establecidos. El diseño estuvo muy orientado a lograr los puntuales objetivos buscados por el cliente.

Claro que utilizar correctamente los pasos recomendados en la venta consultiva no garantiza 100% de efectividad en el cierre de ventas.

Grata fue mi sorpresa cuando un mes después de haber sido adjudicado el servicio a la competencia, el área de compras de IBM Argentina me llamó para contarme que habían finalmente desestimado la propuesta del competidor y nos la adjudicaban. Mi comisión ganada fue un lindo premio casi al nivel de mi satisfacción profesional.


Casos de venta industrial

Cotidianamente, y también desde hace décadas, capacito, entreno y “coacheo” a vendedores de máquinas herramientas. Estimo que en estos más de 30 años he influenciado a más de 1800 comerciales; guiándolos en aspectos metodológicos, técnicos y en buenas prácticas.

En muchos casos, cuando comienzo un proyecto o desarrollo una actividad, he descubierto que los vendedores que participan no han tenido una capacitación formal en ventas, la mayoría obtuvieron sus conocimientos a través de tradición oral de colegas, o bien de la simple inspiración personal.

Con mi asistencia sobre técnicas de argumentación, manejo de objeciones y técnicas de cierre los vendedores han mejorado el punch de ventas, pero los aspectos más importantes que considero claves para perfeccionar la venta industrial son el manejo de las demostraciones y la confección de propuestas. Recomiendo nuevamente la lectura de La demostración, y también: Errores en la confección de presupuestos.



¿Cuándo me gradúo de vendedor consultivo?

Podríamos decir que después de un curso, en el momento que una institución o un profesor entregan el certificado de Vendedor Consultivo has completado los requisitos. Sin embargo esto no es totalmente cierto, incluso para los egresados de mis propios cursos.

La verdadera graduación se produce cuando el cliente te pide asesoramiento. Es en el momento que el vendedor se ha ganado la confianza y el respecto profesional del cliente, cuando éste ha visto el desempeño y el conocimiento que fue adquiriendo el/la vendedor/a sobre la cuenta y lo refleja con la solidez de sus argumentos y observaciones. Cuando el cliente pregunta: ¿Y por qué recomienda este equipo y ésta configuración y no otra? O bien ¿Qué ventajas comparativas tiene su propuesta? Es aquí cuando se produce la graduación.


La venta consultiva o el vendedor consultivo

Definitivamente la venta consultiva es una metodología que adopta la empresa. El comercial puede no ser un vendedor consultivo, sino quien “solo” conduzca el proceso y sea acompañado por técnicos, preventas o bien un responsable de producto.

Claro que el vendedor puede tener los conocimientos y experiencia acumulada para ser un vendedor consultivo y tener un rol más activo en el proceso metodológico de ventas.

La metodología de ventas de la empresa debe ser un activo de la compañía y no el conocimiento, patrimonio de un recurso. Recomiendo nuevamente la lectura de: La ventas son como el fútbol.


Conclusiones

Tener en claro cuál metodología de ventas está instalada en la empresa (de manera fortuita o bien planificada) permite analizar qué aspectos, procedimientos, herramientas debieran profundizarse o bien implementarse entre los vendedores. También permite sumar claridad en la definición de perfiles ante la contratación de futuros recursos.

Ser eficaz en las ventas, ya sea bajo metodología de venta consultiva o bien industrial, es todo un desafío que augura buenos resultados. Hágame saber si lo puedo ayudar. Contácteme aquí.



Autor: Simón Lutvak (Simón es consultor, egresado del Posgrado en Management Estratégico) 

3 de junio de 2025

Cielo azul y Océano azul

En el dinámico entorno empresarial actual, la innovación se ha convertido en un pilar fundamental para lograr el éxito sostenible

Una metodología eficaz para estimular la creatividad y generar ideas novedosas es el pensamiento de cielo azul. Este enfoque invita a trascender lo convencional, visualizar posibilidades ilimitadas y explorar nuevos territorios, facilitando así innovaciones que transforman mercados y generan ventajas competitivas significativas.


¿Qué es el pensamiento de cielo azul?

El pensamiento de cielo azul (blue sky thinking) se basa en formular preguntas abiertas, imaginativas y especulativas que desafían el statu quo. Este tipo de pensamiento fomenta la capacidad de soñar en grande y considerar escenarios que, a primera vista, pueden parecer poco realistas o inalcanzables. Al no estar restringido por las limitaciones actuales, este enfoque se convierte en una herramienta poderosa para la generación de ideas innovadoras.

Ejemplos:
  • Innovación en salud: Crear un dispositivo portátil que analice en tiempo real los niveles de salud de una persona (nutrición, niveles de estrés, signos vitales) y recomiende medidas inmediatas como cambios en la dieta, ejercicios o intervención médica a través de una interfaz de realidad aumentada.
  • Alimentos sintéticos sostenibles: Proponer que la alimentación en el futuro provenga de granjas verticales en las ciudades, donde los alimentos son producidos sintéticamente (como carne cultivada en laboratorio o plantas creadas mediante ingeniería genética) y se cultiven con una huella ambiental casi nula.
  • Intercambio de energía entre dispositivos: Pensar en un futuro donde los dispositivos electrónicos puedan intercambiar energía de forma inalámbrica entre ellos, permitiendo que los dispositivos con batería baja se carguen simplemente estando cerca de otros que tienen energía disponible.
El pensamiento de cielo azul es una herramienta poderosa en la innovación, ya que permite explorar ideas audaces sin las restricciones de los límites actuales o barreras tecnológicas.


La estrategia de océano azul

La estrategia de océano azul (blue ocean strategy) es una forma de hacer negocios que se enfoca en crear nuevos mercados donde no haya competencia, en lugar de competir en mercados saturados. Las empresas que siguen esta estrategia buscan ofrecer algo innovador que tenga mucho valor para los clientes, al mismo tiempo que reducen costos.

Puntos clave:
  • Crear nuevos mercados: Se evita competir en mercados saturados y se buscan nuevas oportunidades donde no haya competencia.
  • Innovar con valor: Se crean productos o servicios únicos, que son atractivos para los clientes y a un buen precio.
  • Equilibrar diferenciación y costos: Se logra ser diferente sin aumentar costos innecesarios.
  • Eliminar lo innecesario: Se quitan elementos que no aportan valor, simplificando el producto y reduciendo costos.
  • Cambiar las reglas: Se redefine la industria y cómo los clientes interactúan con los productos o servicios.
Sinergia entre pensamiento de cielo azul y estrategia de océano azul

La sinergia entre el pensamiento de cielo azul y la estrategia de océano azul es poderosa porque ambos enfoques se centran en la creatividad, la innovación y la creación de nuevas oportunidades, alejándose de la competencia directa en mercados tradicionales. El pensamiento de cielo azul proporciona las ideas creativas sin límites que impulsan la innovación radical, mientras que la estrategia de océano azul estructura esas ideas en oportunidades reales de mercado, permitiendo a las empresas crear nuevos espacios de negocio y evitar la competencia directa. Juntos, estos enfoques potencian la capacidad de las empresas para reinventarse y liderar en industrias emergentes.

¿Has implementado el pensamiento de cielo azul o la estrategia de océano azul en tu empresa? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios!


Autor: David Lescano (David es egresado del Posgrado PIDE)