Unir la curiosidad y la disciplina, hacer de cada día un gran día. Van estas recomendaciones, algunas vez propuestas por nuestro colega Rafael Barbero, como impulso de aprendizaje vital.
Convocamos a desarrollarnos como súper observadores, integrales y diversos, para comprender el entorno, encontrar pistas de cambio, recolectar nuevos maestros y probar la realidad.
A continuación un extracto de uno de los pequeños grandes libros de Tom Peters.
CONVIERTA SUS EXPERIENCIAS DIARIAS EN "TAREAS SENSACIONALES"
(O "D.S.A.E.S.": Dedicarse Seriamente a Estupideces Sensacionales). Todo empieza por mantener las antenas permanentemente paradas; por ejemplo: ¿qué le resulta irritante, curioso, emocionante? Abra un "Cuaderno de Observaciones", ya sea en papel o digital. Anote en él todas las cosas que se le cruzan que sean: 1) horribles (por más "insignificantes/cotidianas" que fueran, como ser, un diseño incómodo para usar, procesos o instrucciones estúpidas o irritantes); o 2) cosas sensacionales que pasan en la "vida real" (en un restaurante, en una cancha, en el consultorio de su dentista) y que ofrecen una lección positiva para su proyecto.
GRAN IDEA: CONVIÉRTASE EN UN "OBSERVADOR FANÁTICO"... DE LO BUENO, LO MUY BUENO, LO IMPRESIONANTE, LO FEO Y LO ESPANTOSO.
El quid de la cuestión
Winston Churchill dijo que la sed de conocimiento era lo más importante para lograr una educación. El gurú del liderazgo Warren Bennis dice que quiere que se lo recuerde como "curioso hasta el final". David Ogilvy afirmó que los principales creativos publicitarios se caracterizan por una curiosidad insaciable hacia todo "cuanto exista bajo el sol".
¡Lo mismo vale para los grandes reformuladores de proyectos!
La buena noticia: La curiosidad es algo para lo que uno puede entrenarse o que puede (más o menos) aprenderse. Mi esposa es uno de los muchos "fanáticos de las anotaciones" que conozco. Ccuando está de viaje buscando nuevos productos para su negocio de amoblamientos para el hogar, es capaz de llenar hasta 40 páginas de un cuaderno (copió esa costumbre de su adorado abuelo). En esas páginas se encuentran notas... y bocetos... y artículos y avisos publicitarios de diarios y revistas, recortados y pegados. De modo similar, mi amigo y gurú empresarial Karl Weick lleva siempre en el bolsillo interno de su saco sport un paquete de tarjetas de 8x12 cm: nunca vi que pasaran más de 20 minutos sin que anotara algún tipo de observación o dato. Otro amigo mío hace sus anotaciones en cajitas de fósforos, servilletas de papel y cosas por el estilo, y las guarda en su bolsillo izquierdo (¡siempre en el izquierdo!). Dice que cada tantos días hace una limpieza de ese bolsillo... e ingresa sus notas, ya un poco más elaboradas en un documento de su computadora.
Todo esto se reduce a convertirse en estudiante crónico / curioso a perpetuidad / inquietud fanática aplicada. Es decir, cultivar la convicción de que la vida es... UN INMENSO E INTERMINABLE APRENDIZAJE. Algo misterioso se produce con ese aprendizaje en una mente curiosa y totalmente comprometida y, la mayoría de las veces, incluso se produce de modo inconsciente: se generan pequeños chispazos, se establecen interrelaciones, se desencadenan nuevas percepciones y se accede a una comprensión diferente. ¿Resultado? La potenciación geométrica de su capacidad para actualizar/reinventar/UAUUizar el proyecto que tiene entre manos.
"Todos los pensadores creativos, desde grandes inventores como Thomas Edison, Benjamin Franklin y Leonardo da Vinci, hasta la novelista Virginia Woolf, el psicólogo Carl Jung y el naturalista Charles Darwin, han usado diarios y cuadernos de apuntes para registrar sus ideas y sus golpes de inspiración. Todos ellos comprendieron que una nueva idea surge, a menudo, de la combinación de distintas y dispares piezas de información, conceptos u otros elementos, durante un período de tiempo más o menos prolongado. La única forma eficaz de rastrear sus ideas a lo largo del tiempo y sintetizarlas es documentándolas en cuanto aparecen en la mente (...)
Una de las formas más fáciles y efectivas de registrar sus ideas es llevar un "diario de ideas". Teniendo ese diario siempre a mano −sobre su mesa de trabajo, en su maletín o cartera, sobre la mesada de la cocina, sobre la mesa de luz− podrá anotar las ideas que se cruzan por su mente durante todo el día o incluso de noche (...)
Sea cual fuere su forma de llevar ese diario, la manera más segura de matar su impulso de usarlo es imponerse una serie de normas y reglas carentes de sentido. Por ejemplo, no sienta que su diario carece de valor si no anota algo todos los días o si no formula sus ideas en frases completas y gramaticalmente correctas. Eso es una tontería (...)
Utilice el método que mejor funcione para usted. Uno de los mejores que he conocido lo desarrolló un gerente de Boeing, que quería ir anotando las ideas que le surgían mientras viajaba. Llevaba consigo tarjetas postales, ya franqueadas con su propia dirección, en las cuales anotaba las ideas a medida que le iban surgiendo. Después enviaba esas postales a casa. También conozco gente que llama a su correo de voz y se deja mensajes. Un pequeño grabador, en el que pueda registrar una o dos frases, es práctico y económico. No hay límites en cuanto a formas ingeniosas (y creativas) de registrar y documentas sus ideas" - Jordan Ayan: "Aha!"
COMENTARIO DE TOM: Esto es fuerte... ¡e importante! Deje esta lectura. Ya mismo. (¡Pero, por favor, después reanúdela!) Vaya y cómprese una agenda o un cuaderno −o empiece ya mismo, usando cualquier trozo de papel que tenga a mano− y anote su primera observación. Podría ser uno de los pasos más importantes de toda su carrera (...)
Cosas Para Hacer
1. Compre un simple cuaderno de espiral. HOY MISMO. En la tapa póngale una etiqueta que diga "Sensacional". En la contratapa póngale una etiqueta que diga "Horrible".
COMIENCE CON SUS ANOTACIONES.
HOY MISMO.
2. Recorra el centro de compras o shopping más cercano... HOY MISMO... durante una hora. Anote 10 cosas "sensacionales" y 10 cosas "horribles" que vaya observando: servicio excelente (y pésimo), señalización, mercadería, comidas, baños, decoración, música, lo que fuera.
3. Registre esas observaciones en su computadora. Elija 4 de ellas e intégrelas al proyecto que tenga en marca en este momento.
4. Trabaje en esto con un amigo o colega. Organice un EQUIPO DE FANÁTICOS DE LA OBSERVACIÓN. Comparta sus "bancos de datos"... y traslade sus ideas y observaciones a su/s proyecto/s.
Fuente: Peters, Tom: El Proyecto 50. Reinventando el management. 2000. Atlántida.
me parece una idea genial ya siempre he sido extremadamente observador de los detalles de las cosas, ya sean buenos o malos ... el no tomar las debidas notas, hace que las cosas queden escritas en la arena de la memoria... y es una Pena ya que resulta sumamente aleatoria su busqueda unos dias o meses despues , si no fueron archivadas junto con alguna emocion destacada del momento..
ResponderEliminarExcelente Mariano!!! Tengo mis notas rápidas, y muchas veces trato de memorizar porque no tengo cómo anotarlo. Voy a revisar la organización que ahí tal vez no estoy tan bien... jejejeje. Comparto el artículo
ResponderEliminarGracias por los comentarios José y Oscar! Si nos ordenamos entramos todos...
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