Uno de los pensadores sumados a este proyecto, es Gary Hamel, de quien ya hemos hecho otras referencias, quien colabora con parte de su nuevo libro "El futuro de la administración".
A continuación les dejamos un párrafo, que sirve para seguir pensando en los modelos mentales y su necesidad de transformación, a tono con los temas que hemos venido hablando últimamente en el Curso de Posgrado en Management Estratégico. La referencia a organizaciones grandes o corporaciones también vale para pequeñas empresas de larga data, aunque en estos casos quizás todavía no han alcanzado la etapa de eficiencia, con lo cual los desafíos son aún mayores.
Si usted ha pasado tiempo dentro de las organizaciones grandes, sabe que pedirles que sean ágiles estratégicamente, innovadoras inquietas o sitios de trabajo verdaderamente estimulantes -o algo más aparte de eficientes- es como pedirle a un perro que baile tango. Los perros son cuadrúpedos. Bailar es algo que no viene codificado en su ADN. Lo mismo sucede con las corporaciones. Su ADN gerencial hace que algunas cosas sean fáciles pero otras virtualmente imposibles. La reingeniería, la contabilidad de costos, el mejoramiento continuo, la tercerización y el montaje de operaciones de manufactura por fuera de su territorio son cosas que concuerdan perfectamente con las proclividades genéticas de las compañías grandes. Todo es cuestión de mejor, más rápido y más barato o el equivalente a nivel corporativo de lo que hacen los perros al perseguir a los gatos y alzar la pata en los postes de luz. Infortunadamente, para resolver algunos de los sacrificios más odiosos de la administración moderna y manejar las discontinuidades desorientadoras del mañana hará falto algo más parecido a una terapia de reemplazo genético.
Fuente original: Hamel, Gary: "El futuro de la administración". 2008. Norma.
Lo leí y recomiendo el libro. Tanto "El futuro de la administración" como los otros editados por Hamel y por su ex-compañero Prahalad son de una calidad y perspicacia muy atractiva y desafiante.
ResponderEliminarSaludos a Fernando y Mariano,
Manuel