La Argentina, país generoso
Mientras que en el mundo la industria discográfica va en caída libre con un descenso de las ventas del diez por ciento en el último año, en la Argentina el mercado sigue su lenta y sostenida recuperación desde la crisis de 2001. ¿Panacea de los sellos, o realidad intervenida por Moreno? Es que las buenas noticias que anunció Capif en su primer informe de 2008 acompañan una realidad con muy variados matices.
Actualmente, el sector (no del campo) está atravesado por los cambios en los hábitos de consumo, la oferta de nuevos soportes para escuchar música, sellos majors que se transforman en productoras de eventos, cierre de disquerías, el tentador nicho de las compañías celulares, la sombra latente de la piratería, el obstinado andar de las indies y una crisis en ciernes.
Más allá de las cifras duras y los buenos índices de venta del primer trimestre del 2008 -que se incrementó en un 3 por ciento respecto al mismo período de 2007-, la realidad engloba otros factores del sector. "Es verdad que más que un crecimiento lo que hay es una recuperación después de la crisis de 2001, pero no alcanza ni de cerca los niveles de venta de 1999 (ver gráfico). Igualmente, la preocupación para nosotros como Estado no está en las bajadas de Internet o en la piratería, sino en la concentración del mercado. En ninguna otra industria cultural existe la concentración que uno ve en este sector y eso termina por impactar en un mercado que no se puede desarrollar plenamente y en el que los sellos independientes quedan desprotegidos", analiza Natalia Calcagno, del Sistema de Información de Industrias Culturales de la Nación.
Si bien la venta de discos mantiene su lenta curva de recuperación con los 3,9 millones de unidades vendidas en lo que va de 2008, la radiografía de la industria discográfica argentina arroja más de un diagnóstico. La parte más nutritiva de las ventas se la quedan las multinacionales, con un 75 por ciento del mercado, y el resto lo representan los sellos independientes y nacionales (pero vale aclarar que no es lo mismo Pop Art y DBN que Los Años Luz y Ultrapop), con un volumen de venta estimado en ochenta millones de pesos anuales, según un informe del OIC (Observatorio de Industrias Culturales de la Ciudad).
La misma concentración se registra en las bocas de distribución: el sesenta por ciento de las ventas las controlan Musimundo y Yenny. El problema es que los discos dejaron de ser las niñas mimadas de las cadenas. "En lugares como Musimundo, los discos no son la prioridad -cuenta Fernando Laviz, de Zival's y Aqcua Records-. Se podría decir que los discos son a Musimundo, lo que los cigarrillos son para un quiosco. Sirven para que la gente se acerque y compre otros productos como plasmas y equipos de audio." En términos reales, la disquería de barrio (muy distinta a la cueva de culto) fue la que más perdió por el avance de la piratería y el reciente cierre de la conocida cadena disquera Yazz fue otro golpe para el mercado.
En otros aspectos, si el soporte físico sigue sobreviviendo, es gracias a la brecha digital que existe en nuestro país (extraña paradoja de una región subdesarrollada), donde sólo hay un millón de usuarios de banda ancha y significa apenas el 4 por ciento de las ventas totales. Es verdad, que la incorporación de la telefonía celular en el negocio es un suculento plato para las discográficas ya que cuenta con 35 millones de potenciales usuarios a disposición. "Las asociaciones con las telefónicas son muy beneficiosas -sostiene Manuel Peña director del sello Universal-. La música, después de los mensajes de texto, es el uso principal que dan al teléfono los jóvenes de hoy. Vivimos una época en la que los nuevos públicos prefieren el uso a
Mientras los A&R de las compañias multinacionales se devanan los sesos para encontrar nuevas formas de vender música en vez de buscar nuevos artistas, los sellos independientes siguen apostando por el contenido. "Somos las incubadoras de las nuevas propuestas y las únicas que apuestan al desarrollo de lo nuevo. Las majors hace rato que no producen, sino que van sólo por modelos repetidos de éxito o consagrados", advierte Javier Tenenbaum, de Los Años Luz.
En algún punto, el mapa de ventas confirma la preferencia del público por el repertorio nacional, que le sigue sacando ventaja a los artistas internacionales. Aunque en este aspecto se vuelve a hacer notable la concentración de las majors en los puestos de los rankings oficiales (Capif no quiere dar cifras de venta a diferencia de la Billboard). En este segmento, la música infantil es la gran ganadora: Patito Feo se transformó en el disco más vendedor de 2007, seguido por Sabina-Serrat y Soda Stereo. "Creemos que el sector infantil está a salvo de la piratería porque depende del consumidor adulto que les compra los discos a sus hijos", dice Javier Delupi, director de Capif. Sin embargo, para Natalia Calcagno, la preocupación es otra: "Una entidad como Capif debería estar más interesada en propulsar una ley de música que proteja a todo el sector en vez de agotar toda su energía en combatir la piratería".
Lo cierto es que el mundo mira de reojo la particular situación argentina y trata de responderse cómo nuestra industria discográfica, a pesar de todo, sigue creciendo.
Los CD más vendidos de 2007
2. Dos pájaros de un tiro - Serrat & Sabina (Sony/BMG)
3. Me verás volver - Soda Stereo (Sony/BMG)
4. Quién dijo ayer - Ricardo Arjona (Sony/BMG)
5. Radio Disney - Varios (Universal)
6. Amar es combatir - Maná (Warner)
7. High School Musical II - Varios (Universal)
8. Patito Feo en el teatro - Varios (EMI)
9. Mi tiempo - Chayanne (Sony/BMG)
10. Las mejores canciones de Ricardo Montaner - Ricardo Montaner (EMI)
Javier Delupi, Capif: "Debemos trabajar en incentivar el sector de la producción y no precarizarlo. El disco no puede tener una carga impositiva del 40 por ciento. Eso le quita rentabilidad. Muchas discográficas prefieren encarar otros negocios como la producción de espectáculos. En la música no hay incentivo, como en el cine, y está siendo más difícil producir un disco."
Alberto Moles, PopArt: "Este es un momento de convivencia entre nuevas formas de escuchar música, como el MP3, el trueton y el CD. Creo que nadie duda de que estamos asistiendo a la muerte del disco o a otra forma de escuchar música. Lo que es seguro es que hacer discos ya no es negocio, sino que es la excusa para poder promocionar a un artista de mil maneras diferentes. Lo más rentable es producir los espectáculos de los artistas y managerearlos. Nosotros lo hacemos desde 2000 y ahora lo están haciendo todas las compañias grandes"
Javier Tenenbaum, Los Años Luz: "Nosotros formamos parte de la porción más chica de lo que se considera el sector de los sellos independientes. Si calculas que sellos como Epsa, DBN y Pop Art son considerados independientes y se quedan con el 10 por ciento, nosotros formamos parte de un montón de otros sellos más chicos con los que nos repartimos el cinco por ciento del mercado que queda. Pero nuestro rol es muy importante porque cuidamos el acervo cultural. Hoy sería imposible que una major descubriera a un Serrat, a Los Beatles o a Atahualpa Yupanqui. La protección de las propias culturas y la fuerza de nuevas propuestas es lo que impulsa a los sellos independientes y aporta lo nuevo al mercado."
Fernando Laviz, Zival´s: "El tema puntual que ataca hoy al mercado, más allá de la piratería y de los cambios en los hábitos de consumo, es
Fuente: La Nación, 27 de julio de 2008
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1033900
Los discos nuevos a $40, como las entradas de cine a $20, no son precisamente estimulantes para la compra, sino más que bien incentivan la adquisición ilegal. Aunque en esto, como en el caso de las empresas, también deberán prevalecer los valores (o no) En todo caso discos y películas podrían ser sólo medios de promoción de shows, merchandising, esponsoreo, etc
ResponderEliminarLos discos mas vendidos hablan claramente de un "modelo mental" ¿dificil el cambio, no?
ResponderEliminarAnalia