18 de febrero de 2025

Una voz compartida para rearmar la trama organizacional

Si las personas siempre contaron historias, las empresas también lo hicieron. Los humanos generan naturalmente historias desde que nacen. Las marcas en cambio deben formularlas.


Tradicionalmente este fue un trabajo del área de Marketing y del departamento de Comunicación, incluso del área de Recursos Humanos. Aunque estos actores siguen siendo los responsables de las necesidades comunicacionales de las empresas, nacen nuevas tendencias que hacen necesario repensar las cosas.

Es que la tecnología lo cambió todo. Las personas pueden hablar públicamente con las empresas. Todos son comunicadores, no solo a través de e-mails o llamadas telefónicas desde la organización, sino también a través de sus propias redes. Ya no es un mensaje unilateral que se decide en la mesa chica. La comunicación en las empresas ahora es, en el mejor de los casos, un diálogo. O, más que un diálogo, es un conjunto coral de mensajes emitidos por muchas personas.

Ese tono compartido se hizo difícil tras la pandemia. Cada uno en sus hogares fue moviendo un poquito la voz organizacional hacia otros contagios: lo que escucha en sus hogares, lo que dicen las redes, lo que le dicta el chat GPT…

Reconstruir la trama cultural y la voz compartida es el desafío por estos días. En los últimos años esto es lo que más he diagnosticado en las empresas y lo que más he colaborado en reparar gracias a la creación de una personalidad, una voz compartida, manuales de identidad textual y capacitaciones posteriores. Porque seamos sinceros…para que un coro suene bien, tiene que practicar mucho.

Desde esa voz real y múltiple la gente no necesita crear mensajes prefabricados, sino que se retroalimenta un estilo que deviene en una historia compartida. No se necesita alguien que emita los textos, sino que se construyen, desde cada uno, los cientos de mensajes que necesitan emitirse a los públicos.

A la manera de la novela en la que se deconstruye la historia para que todo encaje al final del relato, aquí todos los narradores-personajes empleados hablan al mismo tiempo desde un eje discursivo compartido. El relato de la empresa no es grandilocuente como en los mitos, ni unívoco como en el lenguaje burocrático; es más bien una suma de pequeñas historias con un tono compartido. Una voz polifónica que crece y se expande para llegar al cliente y para compartirse en la empresa como un espacio de encuentro.


Autora: Gisela Galimi (Gisela es profesora de la Diplomatura DBA y otros programas de posgrado)

2 comentarios:

  1. Johanna Mongelos19/2/25 00:11

    Muy interesante! Coincido plenamente que en los tiempos actuales las empresas enfrentan el enorme desafío de "comunicarse" en congruencia con su identidad corporativa... sin embargo, ante la necesidad constante de evolución y transformación cultural... Como las organizaciones se aseguran de gestionar correctamente esa "voz compartida"?...
    Tradicionalmente es de esperarse que la forma en la que una organización se comunica interna y externamente surja de la visión y misión idealizada por el fundador y asimilada por sus líderes, pero también es cierto que la cultura es un proceso natural y espontáneo que se desarrolla en el tiempo mientras sus miembros comparten opiniones, resuelven conflictos, hacen acuerdos, discuten frente a las derrotas y festejan sus grandes victorias... Mientras todo este proceso ocurre, es sumamente necesario plantearse delineamientos estratégicos orientados a mantener "la sinergia" incluso con prevalescencia a la "identidad cultural"... me refiero a encontrar ese punto medio entre la rigidez y resistencia al cambio por mantener una identidad cultural que quedó en el pasado y su extremo... que sería una identidad frágil donde se arraigan los conflictos ideológicos, las luchas de poder, la falta de cooperación y las visiones son segregadas. En resumen, escoger el adecuado "diálogo organizacional" no se encuentra soportada sólo en lo que piensan, creen, sienten y desean las personas, sino también en los procesos, en el organigrama, en la identidad visual corporativa, en los materiales de información, en la comunicación interna, en los comportamientos institucionales, en la imagen de la marca pero sobre todo en la forma en que se relacionan entre sí sus colaboradores y como se relacionan con sus clientes a través de sus productos y servicios... hablamos de #TransformacionCultural, que sin duda debe estar permanentemente en la agenda directiva.

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  2. Totalmente de acuerdo Johana! por eso para armar esa voz institucional generamos manuales de identidad textual, como marcos de referencia, para que desde allí cada uno puede generar diálogos con autonomía. ¡Un tema realmente atrapante!

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