18 de noviembre de 2025

La cocina no me apasiona


LA COCINA NO ME APASIONA.

Me enamora diariamente.

La pasión es el imán inicial, pero por definición la pasión no puede durar.

Es algo efímero.

Hasta es una trampa te diría.

La cotidianeidad es enemiga de la pasión, pero la constancia -en base al amor- hace de sostén en el vínculo que se genera.

¿Pero por qué es una trampa?

Es como esa frase falopa "hacé lo que amas todos los días y no trabajarás nunca en tu vida". Mentira. Si no laburás, no morfás.

La pasión motoriza, sí.

El enamorarse de algo (personas, momentos, lugares, etc.) viene después del shock de la pasión -que es un fuego de esos altos pero que se apagan en algún momento- en ese momento donde elegís quedarte "ahí"

Me apasioné escuchando a Dumas, me convencí cuando me salió bien la primera receta; y me enamoré perdidamente caminando el día a día en la vieja escuela de calle Olazábal.

Muchos días sin saber bien a qué iba, pero el amor es así generalmente, inexplicable.

Cuando encontraste algo que realmente es importante para vos, que te realiza y te colma, estás dispuesto a hacer un esfuerzo en el día a día por cosas que para los ojos de otro serían un garrón.

Pero puestas en perspectiva hacia adelante como un plan, te da la motivación suficiente para encarar con ganas, aunque sea difícil.

En el fondo, la cuestión es encontrar algo que sea importante y que sientas que tu día a día de laburo te está llevando un paso más cerca de eso.

Por eso me da risa cuando me dicen "el trabajo de cocinero..."

No no... yo no trabajo de cocinero.

YO SOY COCINERO.


Autor: Álvaro "Vasco" Aristizábal
Fuente: Twitter/X de Vasco Aristizabal

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