Hoy todo es hoy, y a un ritmo cada vez más vertiginoso. Pululan acrónimos para poder explicar el contexto y para describir este estado de locura, como VICA, BANI, RUPT, TUNA, y cambios que se suceden con una vertiginosa velocidad exponencial. Mientras algunos términos aún están tomando forma, otros ya están transformando el escenario en el que nos desenvolvemos.
Cuando se nos ocurrió hablar sobre "
Los Tiempos de la Estrategia", en XXIII Congreso Internacional de Estrategia de
SLADE en la
UBA, la primera palabra que emergió con fuerza fue Confusión. Son confusos y dudosos los negocios y la velocidad con la que el mundo evoluciona. Ante esta coyuntura, se buscan diversas formas de denominarla, todas aludiendo a esa misma Confusión.
En este contexto emergen nuevas tecnologías y aplicaciones de las mismas, nuevas empresas basadas en estas tecnologías y nuevos gurús que se embanderan en ellas. Todos escalando a velocidades asombrosas, provocando que nuestra atención salte de un punto a otro como en un partido de Wimbledon. Y luego cayendo de forma abrupta; y es allí, por primera vez, que comenzamos a advertir a aquellos que quedan excluidos. Demasiado desorden para ocultar este fenómeno.
Estamos inmersos en una época de Auge, de crecimiento y avance constante, que alimenta aún más la Confusión. Esta incesante carrera se refleja en el mundo tecnológico, donde cada mes, cada día, surge una nueva innovación que demanda nuestra atención.
Este vértigo es palpable, incluso en informes como el de
Gartner una de las consultoras líderes en el mundo, que no incluyó en su pronóstico tecnológico para 2023 a la tendencia más impactante de todas: la AI generativa de la cual ChatGPT es la principal aplicación de moda. Incluso, Esta tendencia, sorprendentemente, ha comenzado a permeabilizar todos los alrededores, trascendiendo su función original. Ya no se trata únicamente de lectura, textos y juegos; la Inteligencia Artificial se ha infiltrado rápidamente en cada rincón de la sociedad, incluyendo la educación y la economía. Hemos pasado de considerar algo secundario a finales del año anterior en algo inevitable y urgente en el próximo, con un montón de herramientas de software para múltiples ámbitos de aplicación.
La dinámica de estos tiempos, donde se suceden cambios a ritmo frenético, incita a la reflexión sobre cómo nos movemos en la esfera estratégica. Estos son un torbellino que fusiona el pensar rápido y el pensar lento en un solo instante. Esta coyuntura por la que está pasando la estrategia es una paradoja en sí misma.
En un mundo en constante cambio se tornará abrumador entenderlo todo. Pero en esta era de la complejidad, existen reglas, principios y arquetipos que pueden brindarnos un marco de comprensión. La Confusión encuentra contrapeso en estas herramientas, que nos ayudan a navegar esta incertidumbre. Los mensajeros de este nuevo paradigma han comenzado a emerger.
Tiempos recursivos
Vivimos en tiempos donde los cambios son tan rápidos y constantes que nuevas tecnologías y aplicaciones emergen constantemente, reemplazando a las anteriores. Este ciclo recurrente de crecimiento y declive refleja la realidad tumultuosa en la que estamos inmersos. No todo es un crecimiento ascendente, también existe la caída repentina. Ante cambios vertiginosos, la estrategia debe ser flexible y adaptada a este ciclo incesante.
El ejemplo ahora lo estamos viendo reflejado en el propio sector tecnológico, después de un crecimiento cuasi exponencial, observamos un aumento de los empleados despedidos y de empresas que están despidiendo empleados.
Pero esta volatilidad no es puramente negativa; nos invita a ser más proactivos, menos reactivos, y a equilibrar la explotación y la exploración, a no perder de vista nuestras responsabilidades humanas y sociales en medio de esta tolvanera.
El espacio dedicado a la estrategia es un tiempo Fractal, de Confusión; un simultáneo Auge y Declive entremezclados. En Estrategia se hablaba de un periodo donde primero se planificaba y luego se ejecutaba simultáneamente, pero después de fueron mezclando, operando en simultáneo. Pero en algún momento, llevados por la velocidad fuimos haciendo reverencias a la ejecución, degradando al pensamiento. Por eso debemos frenar, poner una pausa, parar la pelota, tomar un café, taparnos los oídos; no dejarnos llevar por la vorágine. Pero ¿para qué?. Nos faltan respuestas, para encontrarlas hay que darse un espacio a uno mismo. No olvidemos que venimos de una sociedad disciplinaria donde la otredad era un elemento importante que afectaba nuestra conducta y estados, y pasamos a una sociedad del “todo lo puedo” a partir principalmente del desarrollo de la inteligencia tecnológica. Así nos transformamos en una sociedad del cansancio.
Contemplar
Contemplar es dedicar tiempo a imaginar, reflexionar, hipotetizar, incluso soñar. Este espacio nos permite observar y percibir lo qué el universo tiene para comunicarnos. La Contemplación nos prepara con un panorama más diverso, profundo y rico para enfrentar el futuro en esta sociedad del agotamiento.
Muchos de los problemas de estos ágiles negocios sintéticos, que terminan derivando en más desigualdad e insostenibilidad, ocurren porque la estrategia no la suponemos con las personas dentro, siendo parte y razón de ser del concepto empresa. Pareciera que tenemos espacios para muchas distracciones, pero no para contemplar ni para considerar a la gente y esto lo paga la estrategia.
Proponemos 3 formas de empezar a resolver estos procesos confusos de los "Tiempos de la Estrategia".
Equilibrar
La primera es el equilibrio entre presente y futuro. Debemos dedicarnos, en la dimensión de la estrategia, tanto a EXPLOTAR el negocio actual como a EXPLORAR potenciales negocios futuros, y pueden cambiar la palabra negocios por “capacidades”, “clientes”, “estructuras”, “experiencias”.
Para concebir una estrategia vital, oportuna y humana, debemos poner en agenda la exploración del futuro, el aprendizaje sobre las experiencias y la contemplación perspicaz del presente. Debemos encarnar nuestro propósito en cada acción, dándole dimensión tanto a la búsqueda como al crecimiento, al desarrollo como a la explotación. Necesitamos hacer respirar a la organización a través de su estrategia, para que nos queden más espacios libres, para tener sentido de la vida, para que sean "mejores tiempos" para la mayor parte de nosotros.
Autorregularse
La segunda propuesta es que seamos más autorregulados y menos reactivos y controladores. No intervenir tanto, ser menos iatrogénicos.
Dejemos que los equipos encuentren su propio espacio para incorporar tecnología y novedades. No tratar a las personas como robots, que pareciera ser lo que estamos haciendo por ejemplo con ChatGPT metiéndolo en todos lados.
En épocas tan confusas, poner pocos atractores. Confiemos más en la autorregulación Tomemos el ejemplo de los Estorninos que vuelan grandes distancias en grandes grupos con sólo 2 reglas: a) mantenerse cerca del otro y b) no llevarse puesto al estornino de al lado.
En base a eso avanzan y logran ir en grupo y formar bellas figuras como las de arriba
Cuidar
Nuestra última y tercera propuesta es que debemos cuidarnos y cuidar a los demás para que una parte del tiempo sea para pensar la estrategia. Cuidar para que las personas queden dentro de toda esta discusión, ahora y en el futuro. Tenemos que pensar en cuáles son los impactos de nuestras decisiones presentes, buscando mejorarlos o suavizarlos.
Porque de eso dependerá nuestra sostenibilidad, debemos pensar en Empresas Sostenibles más allá de los negocios, tecnologías o modelos circunstanciales.
Necesitamos ir más allá de nosotros mismos, y pensar cuál será nuestro legado para cuando ya no estemos en este plano. Para eso creemos en dos elementos fundamentales:
1. Tener un PROPÓSITO superador, transformador, extensivo e inclusivo.
2. Y para lograrlo, vamos a necesitar saber más y ayudar a que otros a que sepan, en definitiva, debemos generar espacios de APRENDIZAJES
Por eso los llamados "TIEMPOS DE LA ESTRATEGIA" serán tiempos dedicados al aprendizaje y la educación de nuestros talentos, primero, y la gente en general luego. Debemos volver a pensar en la otredad. No alcanzará lo que sabemos para hacer lo que no conocemos.
Así, en este vertiginoso mundo de cambios, debemos tomar pausas para contemplar, equilibrar la explotación y exploración, confiar en la autorregulación, y cuidar nuestro jardín actual para que florezcan las oportunidades en el futuro.
Recopilación de datos y argumentación: Mariano Morresi
Fernando Cerutti